Aunque su principal uso es religioso, seguramente la has empleado como punto de encuentro, puesto que su imponente estructura la visibilizan fácilmente desde cualquier sector del municipio, facilitando así el encuentro entre los sibateños y los forasteros. Su construcción se inició el 6 de enero de 1952, y se prolongó hasta 1970. Su belleza la destacan entre las iglesias de la diócesis, por lo cual es considerada la catedral de la diócesis de Soacha.

Fue construida en 1950, época de la violencia y de la migración del campo a la ciudad. En esta vivienda vivieron las monjas de colegio la Asunción, posteriormente funcionó allí el juzgado promiscuo. Más tarde alojó al Liceo Samper Uribe (que es el colegio más antiguo de Sibaté). La casa actualmente se encuentra en excelente conservación. Cabe destacar en su patio interior el cultivo de frutales aromáticas, hortalizas y plantas ornamentales.

Aunque no encontraras ningún súper héroe de ficción, algunos de los personajes que allí laboran han salvado familias enteras con su apoyo o gestión. Aunque su construcción data de 1.913, los diferentes propietarios que ha tenido la han mantenido en muy buenas condiciones y le han dado usos trascendentales en el desarrollo del municipio, como el almacén Galindo o en la actualidad, la comisaria de familia, la inspección de Policía, etc.

La Casa de Raúl Mayorga, actualmente comprende un conjunto tres edificaciones seguidas, de las cuales se tendrá en cuenta solo una, la más antigua. Esta primera edificación fue inicialmente propiedad de Gregorio Párraga, quien en el año de 1938 vende la propiedad a Raúl Mayorga actual propietario.

Construida en 1937, por los señores Marcelino, y Víctor Emilio Clavijo y el lote pertenecía a Augusto Rozo. La señora María Sánchez queda viuda con 6 hijos, entonces se va a vivir a la Aguadita, monta un granero y se devuelve a Sibaté. Es entonces cuando empieza a construir esta casona que llegó a tener 30 cuartos en el primer piso en la parte comercial y en la segunda planta funcionaba la vivienda.

Si eres Sibatéño o si has estado en Sibaté, seguro que has pasado por el parque y visto la alcaldía, lo que tal vez no sabías es que fue construida en el año 1900 como estación del Ferrocarril del sur llamada Santa Isabel. En 1945 dejó de funcionar como Estación, siendo luego empleada como la Escuela Primaria de Sibaté, Oficina de Correos, Cárcel Municipal y centro de acopio hasta que finalmente se determinó su uso actual.

Esta construcción se usó en los años de 1948 y primeros de la década de los 50, como tienda de abastecimiento. Quienes conocieron la bodega inicial afirman que la vivienda actual es idéntica a la inundada salvo unas variaciones en el blanco original por el azul cielo actual.

Fue construida en los años 1930 por Moisés Mayorga y Luis Garzón Teófilo Vásquez. En esta casa funcionó el Primer almacén de agroquímicos el cual perteneció a Juan francisco Gómez y su hermano Teodosio. Posteriormente se convirtió en la droguería Julita”. Allí también funcionó por muchos años el Primer Telecom del municipio.

Este inmueble construido entre 1926 a 1930 funcionó como hotel para quienes iban de paso entre Bogotá y Fusagasugá, La propietaria inicial fue la señora Dolores Ricaurte. Posteriormente lo adquirió el señor Gregorio Mayorga padre de la actual propietaria, la señora Anastasia Mayorga de Córdoba. Este predio también cumplió un papel importante en el desarrollo político del municipio ya que el dueño anterior fue promotor de la junta pro-municipio.

Además de ser el principal referente de la cultura Sibatéña, su estructura es un vestigio de la historia del municipio pues fue construida en el predio de la Hacienda Sibaté en el año 1900. En un principio funcionó como Casa Granja Hotel, dando hospedaje a viajeros de paso por el municipio, siendo igualmente la Casa Quinta de Samper y desde el año 2.001 una parada obligada para ti, si eres amante del arte o la cultura.

Construida en 1950, sus dueños eran Diositeo Álvarez y su esposa María Luisa de Álvarez, esta pareja no tuvo hijos posterior mente la casa fue vendida a Marcos Marentes y su esposa Josefina Moreno.